4. La lírica castellana en la Edad Media: jarchas, albas, villancicos...
SEMANA DEL 2 AL 5 DE NOVIEMBRRE.
PRIMERAS MANIFESTACIONES LITERARIAS
Las primeras muestras de literatura en una lengua romance en la península son las Jarchas.
Las jarchas son breves composiciones líricas. Están escritas en una lengua que es una mezcla del castellano que se hablaba en ese momento y el árabe, a esta lengua la llamamos mozárabe. Este nombre también designaba a los cristianos que vivían en zona árabe.
Las jarchas más antiguas que conservamos son del siglo X, aunque estuvieron mucho tiempo ocultas, escritas al final de unas composiciones árabes más largas, pasaron inadvertidas durante siglos a estudiosos de la literatura española y de la literatura árabe.
El tema de las jarchas es casi siempre amoroso y la voz poética, también casi siempre, es femenina. Una joven se queja de la vigilancia materna o del descuido de su amante (al que siempre llama 'el amigo') que no viene a verla, o de celos, etc.
Las jarchas son composiciones breves, la mayoría de cuatro versos, con rima asonante y una métrica muy irregular de versos cortos.
Las jarchas están llenas de exclamaciones e interrogaciones, el lenguaje es llano y están lleno de diminutivos. Con frecuencia, la voz poética habla con alguien (una madre, una hermana) a quien le cuenta sus penas.
LA CANCIÓN PARALELÍSTICA
EL ALBA
La siguiente composición es, por su forma, una canción paralelística. Se llama así
porque las escasas ideas que aparecen no tienen ninguna forma de desarrollo y se
repiten una y otra vez utilizando sinónimos y estructuras paralelas.
Este tipo de composiciones llegaron al castellano por la influencia e la lírica galaico-
portuguesa.
Por el tema es un alba. El amanecer es un momento gozoso porque permite el
reencuentro de los amantes. Es también una canción de amigo, ya que el yo poético es
ALBA
Al alba venid, buen amigo,
al alba venid.
Amigo el que yo más quería,
venid al alba del día.
Amigo el que yo más amaba,
venid a la luz del alba.
Venid a la luz del día,
non trayáis compañía.
Venid a la luz del alba,
non traigáis gran compaña.
EL VILLANCICO
La siguiente composición es un villancico con muy escaso desarrollo y un estribillo
muy corto. Se trata de un villancico que recuerda mucho al zéjel por su brevedad.
El tema, la monja a la fuerza, es junto a la malcasada, uno de los argumentos recurrentes
de la lírica tradicional.
No quiero ser monja, no,
Dejadme con mi placer,
con mi placer y alegría,
dejadme con mi porfía,
que niña malpenadica só.
En este villancico el tema es la inquietud de una joven, la sorpresa ante nuevas
emociones que no puede controlar. El cabello (símbolo de virginidad e inexperiencia) es
agitado y revuelto por una aire (tal vez una emoción) inevitable.
Estos mis cabellos, madre, CABEZA
dos a dos me los lleva el aire.
No sé que pendencia es esta 1a MUDANZA
del aire con mis cabellos,
o si enamorado de ellos
les hace regalo y fiesta;
de tal suerte los molesta
que, cogidos al desgaire, VERSO DE VUELTA
dos a dos me los lleva el aire. ESTRIBILLO
Y si acaso los desocojo, 2a MUDANZA
luego el aire los maltrata;
también me los desbarata
cuando los entrezo y cojo;
ora sienta desto enojo,
ora lo lleve en donaire, VERSO DE VUELTA
dos a dos me los lleva el aire. ESTRIBILLO
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